sábado, 8 de septiembre de 2012

Historia de un concierto


Anoche, 22:30 h. en Olivenza, sonaba Manolo García. Sonido perfecto, y voz, más aún. Llevaba tiempo esperando, queriéndolo escuchar y por fin llegó el día. Era uno más, bajó al público en unas cuantas de ocasiones y vivió el momento tal y como todos deseábamos. Tan cerca. Tan genial. Canción tras canción sin pausa alguna. Casi tres horas de directo. Intacto, nunca mejor dicho. Perfecto. Escuchar esas letras siempre me llevan fuera de mí. Me tranquilizan. Me llenan de alegría y positivismo. Con sus letras reflexiono y me hago mejor persona. Me quedo con muchos de los consejos que anoche nos dio, que solo él puede dar. Entre sus canciones sonaron Malva, Insurrección, levedad, alma de papel, aviones plateados, prefiero el trapecio, zapatero, a veces se enciende....y muchísimas más. Cada una de ellas con las mismas ganas y fuerzas. Que lo mejor de todo es la alegría, el estar bien. Que luchemos en este mundo loco. Que nosotros somos la savia de un país. Y que lo único que importa es ser feliz. Que la electricidad está por las nubes...pero que nos quedemos con las sonrisas, que son gratis y nos dan más Luz. Que los políticos sean los que se alimenten de latas de calamares. Y que nosotros luchemos sin parar. Me quedo con todo eso que dijo, hizo sentirme tan bien...
Ahora solo decir que volveremos a encontrarnos...